viernes, 13 de enero de 2012

a ver si empiezo

TENGO días queriendo escribir, camino, estoy en el metro y en mi cabeza rondan historias para contar. Todo por culpa de un blog que me estoy leyendo y al cual llegué gracias a una entrada sobre Eva la miss, la mujer, la amiga, la heroína… en fin leer al popular personaje llamado Toto Aguerrevere me ha dejado con ganas de escribir… y de seguir leyéndolo obviamente, porque resulta que de tanto leer sus post se ha convertido en cualquiera de mis mejores amigos, al punto que en un par de entradas lo que me provocaba era llamar a alguien para contarle que a mi amigo Toto le había pasado tal cosa, big fail que lo que había pasado era en un post de marzo del 2008, si es cierto estoy entregada a la lectura de este señor al punto q me lo estoy leyendo completo de atrás pa`lante.

En fin también he aprendido algo. Hello!! if you have a blog you have to tell something about you…. Y constancia y gracia para contar las cosas que te pasen un poco noveladas, pero primero siempre te tiene que gustar a ti personalmente lo que escribas y que el que dirán no se convierta en tu editor.

El asunto me ha llevado a recordar mis épocas universitarias, terminada hace 10 años (umju ya me puse vieja), me pasea de vez en cuando por el colegio caraqueño, el Cristo Rey de Altamira además de darme dos años de excelente educación me dejo gente en común en el anuario con la “jai” caraqueña (y en su blog sale una que era bien chévere hasta donde recuerdo), porque del anuario jamás salieron para mi, que era el bicho raro (la bicha rara suena fataaaaal) sin vacaciones en Europa o que no podía decir tres estaciones seguidas del subway de New York City (la pela bola del salón puesj) .

Me da en la madre con la chorrera de amigos que tiene aquí y por el mundo regados porque me recuerda cuando mi independencia, amado 15/30, adorado esposo, la doble familia y los 15 minutos q luego me quedan libres me alejaron de ese compartir aventuras, matrimonios y ser el plus 1 de cuanto pana soltero lo invitaban a un matrimonio, les puedo contar que en un año contabilice entre las invitaciones propias y las prestadas 30 eventos, hay que verle la cara a 30 pintas, gracias a Dios el vestidito negro salva la patria aparentemente cambia de corte según los accesorios y la vaina no se nota tanto. Sobre la peluquería no había tanto lío, siempre he tenido la suerte ahorrativa de arreglarme solita y no quedar ni tan malosa…

En fin feliz año (un poco tarde) y espero tener la constancia de andar por acá y seguir contando y contando, porque no voy ni por la mitad y esto ya quedó muy largo

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