viernes, 6 de septiembre de 2013

sobre la maternidad/paternidad en estado de soltería



Últimamente he leído muchas notas, publicaciones o estados en las redes sociales que señalan esa valiosa labor de algunas madres que crían a sus hijos solas, a consecuencia de una ausente figura paterna. A estas fabulosas mujeres incluso las suelen felicitar el día del padre, o les colocan que las aman por haber sido las mejores madres y padres.
En primer lugar debo aclarar que, igual que en los comentarios leídos, estas mujeres me parecen geniales ya que hacer todo lo que corresponde a una crianza en solitario y, sin el debido compañero (nótese que no involucro a la figura paterna como una pareja de la materna sino como un compañero, un socio en eso de criar y atender a los hijos) es un trabajo a tiempo completo que no sólo requiere de dedicación y paciencia sino de muchísima fuerza para no tirar la toalla.
Pero este escrito es un llamado de atención, me explico: bajo diversos parámetros psicológicos que he tenido la oportunidad que se me paren en frente, así como esa maravilla que llegó a mi vida bajo el nombre de constelaciones familiares he aprendido que hay que reconocerle la existencia a ambas figuras. Sin mal interpretar la excelente labor de quien logra criar a uno o varios hijos en solitario, se debe reconocer que la otra figura existe, que estuvo ahí y que sin su colaboración esa vida no existiría, entonces me pasa por la mente cuantos conocidos tengo a quienes les he escuchado la frase “yo no tengo padre mi mamá lo fue todo para mí”, y que irremediablemente excluyen a la otra figura necesaria para su existencia de su orden familiar. Todo lo anterior sin entrar en detalles psicológicos de las consecuencias en el comportamiento social (relaciones de tipos diversos no sólo de pareja) que puede tener una persona por el hecho de no haber tenido una de las figuras principales en su crianza o de haber crecido sin reconocer a la figura ausente o incluso de odiarla.
También llamo la atención de esa figura que no veo reconocida por ningún lado, los padres solteros,  esos hombres  que crían solos a sus hijos. Esto a más de uno seguro que le suena extraño, pues es el caso ciudadanos jueces que en parte de mi ejercicio profesional (del verbo pasado litigar) me encontré con no sólo uno, sino varios, padres que crían a sus hijos solos. En todas las oportunidades, si mi memoria no me traiciona, éstos señores se encargaban de sus hijos al 100% por la ausencia de una figura femenina el mal entendido feminismo las alejo de la maternidad.
Lo que busco resaltar aún más es que en la mayoría de los casos de hijos de madres solteras que conozco existe un reclamo a la figura paterna, no sé si por el cansancio de la ausencia o por traslado del rencor de madre a hijos; pero, deseo transmitirles que en ninguno de los casos de padres solteros que conozco existe ese reclamo perpetuo y cargado de rencor a la figura materna, igualmente desconozco el motivo, aun cuando siempre me llamó la atención que los chicos en sus testimonios decían que papá siempre les recalcaba que mamá existía y que debían quererlas y respetarlas a pesar de su ausencia.
Hasta el próximo post!

3 comentarios:

  1. Genial mi Gorda bella!! Te adjunto un link que complementa un poco lo que escribes. Besos. http://www.inspirulina.com/papa-no-es-prescindible.html

    ResponderEliminar
  2. Excelente post!! y me siento identificada ya que fui criada por un padre soltero......

    ResponderEliminar
  3. me encanta que les guste y que lo comenten... es una realidad poco reconocida pero que esta ahí y no se le da la justa medida. Bsos

    ResponderEliminar