viernes, 8 de junio de 2012

Adiós mundo cruel….


Así se despedían algunas figuras animadas cuando pretendían lanzarse al vacío, el asunto es que siempre eran rescatados.
La vida, la real, es distinta, si te lanzas al vacío no hay quien te rescate.
El suicidio es un tema extremadamente duro para tratar, yo no soy ninguna autoridad en la materia, solo puedo dar mi opinión, y la suelto porque alguien a quien conocí y ese alguien a quien mucha gente quería mucho se le ocurrió la genial idea de lanzarse.
Dos semanas antes una persona en común lo había visto, cuenta hoy que él estaba bien, alegre, y lleno de muchos planes, en fin estaba contento por tener su negocio propio, porque estaba todo bien a nivel familiar y otro poco de cosas que se comentaron ante la noticia en el chismógrafo virtual.
Hoy él no está, no queda nada, ninguna explicación que para mucha gente llene su vacío. Su esposa, su bebe en camino y su bebe ya acá se quedarán por siempre con la pregunta sin respuesta.
Que pensó… nadie lo sabe.
Que le pasó… nadie lo sabe.
Por qué… será eterna la interrogante
Siempre he opinado que para suicidarse hay que tener motivos demasiado grandes, igual a veces creo que la persona que comete el acto debe ser un poco egoísta y tenerle un miedo a la vida inimaginable. No se detienen en cómo se le  va a explicar esto a tus hijos, a tus padres, a tu esposa, a tus amigos, a nadie, a todos, pero tampoco alguien se detuvo para detenerle.
Los que lo hacen deben tener una inmensidad de vacíos. Ya no sé que pensar, la que se suponía una vida plena se marchó.
Adiós y que en donde sea que estés alcances la paz que no tuviste para quedarte con los tuyos.

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