jueves, 16 de agosto de 2012

vieja pa la gracia

Demasiadas veces me he sentido demasiado vieja para algo, faltando menos de un mes para cumplir los 35 reitero el pensamiento, pero esta vez es como si estuviese demasiado vieja para el blog, demasiado pasada de calendario para desahogarme con intensidad como una dolescente, y extremadamente demasiado oldie para escribir aca cualquier cosa que me pase sin profesionalismo.... ya Asuntos Cotidianos parece un diario mal atendido de una 15ñera inconclusa e incoherente.

Quisiera lograr ser la mejor en algo, pero eso jamás lo he logrado y me molesta a sobremanera.

Abuso de mis intensidades pero las estoy reteniendo de un modo que ya no puedo. Debo ser muy inmadura (segun mi familia) para querer gritar mi rabia y mi dolor ante la muerte de mi papá, la razón de su partida, la falta de ayuda que tuve, tengo y que lastimosamente siempre tendré de parte de mis hermanos por las circunstancias que sean.

Quiero escribir mil cosas y ninguna sale en positivo.

Me frustra no encontrar quien se quiera dedicar a editar mi novela de una manera seria y no encontrar tampoco el contacto lo suficientemente bueno para mi guion de teatro.

Tengo tiempo sin pisar una peluqueria porque se me ocurrio asumir responsabilidades a la par d emi esposito, ayer en vez de ir a la peluqueria o comprarme ropa me meti en una tienda de libros y sali de ahi con una deuda adicional y tres ejemplares, dos de ellos queridos desde hace tiempo (cuentos completos de Poe y el de Eva Ekvall) y uno de misterio que por lo que medio lei se ve bueno.

Tengo rato leyendome Blogs que en un momento fueron bastante seguidos (Ardi vs madness) y otros que a pesar de sus escritores haber bajado el ritmo siguen siendop referencia (a tal punto que a mi me llegaron), me ha quedado de ellos la reiteración de ser una psicologa frustrada ya que he podido concluir lo mal pegadas que andaban o andan y/o seguiran andando varias personas, en otros he tenido que detenerme y ver silenciosamente el espejo en donde se guardan las imagenes de mi pasado y cerrar puertas que no sabía habían quedado abiertas.

La nostalgia, insisto, es muy peligrosa: hace que recuerdes demasiado lo bueno y que no vivas lo que te llevó a separarte de lso modos, estilos y compañeros de caminos de ese pasado.

Estoy muy vieja para estar como una montaña rusa de sentimientos y no poder canalizarlos, acomodarlos o por lo menos controlarlos. Esta depre adolescente ya me queda pequeña y no se que hacer con ella y con todo lo que ha traido a mi cabeza la muerte de mi papá y las reacciones y actitudes de mi familia al respecto.

saludos y nos vemso al rato con, espero, cotidianidades más alegres.

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