Esta fue la carta que mandé al concurso de este año y que quedó precalificada, chimbo que no pasó a la final pero q orgullo me dió ese "preseleccionada"...
Escribir para ti siempre ha sido difícil, bien dijo alguien, alguna vez, que los mejores poemas se hacen en el insomnio del despecho, por eso se me hace tan insoportable escribirte.
Dedicarte algo lleno de letras que realmente exprese tanto de por medio, esto de estar enamorada de ese socio, que además de dedicarme horas, me dedica su vida no tiene reparo, congela la pluma, destruyendo mi ritmo de publicaciones.
Es una tarea llena de lagrimas poderte dedicar un poema no escrito desde la insoportable soledad de mis días huecos sin ese TU a mi lado. Quizás por eso me uní a tu fastidio por el día de los enamorados, sólo para no escribirte algo, yo, la que todo lo escribía me quede sin letras ante tu existencia.
Que tedio los aniversarios, cumpleaños y navidades, momentos en los cuales se supone que la escritora que soy debería hacer cuartillas de amor para llenarte de halagos. Debería, la palabra más fastidiosa que retumba en mi cerebro cada vez que se acerca una fecha memorable, gracias a que el recuerdo de tu frase ante más de uno de mis escritos “ojalá y algún día ese poema tenga dueño”, o el más lapidario “ojalá me escribas uno a mi”.
Como se te ocurrió la genial idea de pedirme semejante cosa, un poema, un escrito, un algo que te dedicara letras juntas que de paso hablaran del amor encontrado, cuando siempre escribí del amor imposible, de venganzas, de remedios, de burlas cotidianas.
Como dedicarte algo lleno de elementos románticos y naturales o de cualquier otra índole, y terriblemente terminar diciéndote: Como mar de leva te colaste en mi vida, llenaste cada espacio, cada rincón sin que pudiera darme cuenta, como terremoto llegaste
sin anunciarte y acabando con todas mis estructuras, o en fin, cualquier otra cosa llena de la trágica felicidad fingida de haber encontrado a alguien, alguien que terminara con el acoso familiar de ser la única soltera, si al dedicártelo me suena terriblemente incompleto, no apto para ti y cursi.
Lo que siento por ti es mucho más que letras muertas, es un vacio enorme que llenaste de aún no se que, me quitaste la inspiración y la pasión para escribirle al amor. Al amor que soñaba, que no encontraba y que creía imposible además de falaz. Me quitaste cada gota de inspiración y te das el lujo de pedirme que te escriba, que te dedique algo.
Tu atrevimiento me ha llevado a limites irreverentes, prefiero escribirte algo trillado, cursi y sin sentido que sentarme a exprimir mi mente para que salga algo que te describa y que logre identificar lo que realmente siento, eso que me mueve en otra energía, eso que me aparta de la lista de cualidades que había escrito en un papel que debería tener esa inexistente persona que llegaría a mi vida, pero no, tú no te podías quedar en las sombras y dejarme en paz con mi musa, tuviste que salir de la nada a volverme loca y a secar mi pasión por el amor tormentoso.
Mi corazón no entiende cómo hacerlo, lo intenta pero no sabe como pasarle al cerebro la información, la data se pierde y ahí está otra vez el mismo resultado, quedo en blanco antes que poderte dedicar unas simples líneas que digan de una manera original que te amo, porque la frase de tan popular y mal manejada no se me hace suficiente. No logro poner las ideas juntas y sacar algo apasionado, divertido, puro y complejo.
Te metiste sin ser llamado y ahí te instalaste cual refugiado internacional, y sin darme cuenta acabaste con mis proyectos, metas, pasatiempos, estudios, trabajo y vida en el extranjero, me hiciste regresar a la casa abandonada de mi pasado, a rectificar todo lo que tenía cuidadosamente elaborado sin contar con presencia amorosa, real y correspondida alguna. No te conformaste con mis respuestas antipáticas y sacaste lo mejor de mí, te llevaste la pluma y el papel, ahuyentaste a mis musas favoritas, desplazaste mi inspiración y te dedicaste a donarme una realidad maravillosa. Dejaste a un lado mis actitudes para espantarte, mi cara dura al decirte no te amo, mi extrema racionalidad analítica para decirte que simplemente no eras mi dueño y que me dejaras quieta como estaba, no, no pudiste quedarte en la sombra y de paso tuviste la desfachatez de ser insistente y de transformar una vacación de 5 días en una mudanza y una nueva vida, un nuevo espacio en donde mis escritos no tenían cabida, pero pedias ser el dueño de ellos, cuando con tu fastidio los borraste de mi historia y los transformaste de futuro imperfecto a pasado lejano.
En fin: por dejarme sin letras es que te amo.
