domingo, 21 de marzo de 2010

Diario de un peaton Parte Dos

La odisea del día ya comenzó hace rato… pero llega el primer reto de vida o muerte del día y es frente a la pasarela esa que quien sabe que arquitecto o ingeniero diseñó o inventó con toda la intención de generarle un bien a la sociedad peatonal del mundo, eso sabe a nada, eso ni se piensa…
el pensamiento en este momento sólo se basa en que no se ha visto a nadie subir… ni bajar..
Si el diseñito en cuestión es de metal: se corre el riesgo inevitable de que con toneladas de agua y
todo lo corrosivo del ambiente este la fatiga del material presente y caiga al vacío irremediablemente, pero si es de concreto puede ser que una nueva versión de Historia sin Fin pase por la mente de todas las aventuras que te pueden esperar…. Mendigos, ladronzuelos, desechos humanos de cualquier tipo, suicidas o amantes desbocados si se corre con la mejor de las suertes, acoto que se le agradece al universo que ninguno de mis abuelos tengan que pasar por semejante anécdota.
Ve para atrás y siente la desesperada necesidad de que un grupete de buen aspecto venga dispuesto a ejercitarse y asumir la pasarela bajo el dicho popular “guapo y apoyado”, total dos manganzones a pico e botella no asaltan a grupos….
En medio de tanta pensadera para asumir una decisión, demasiado intensa para ser tan temprano, y estar tan cerca y tan lejos del destino cotidiano, se hace imperante estar vigilando el tráfico de la calle a cruzar en cuestión, carente del añorado semáforo peatonal y las fulanas rayitas en el piso sobre las cual nunca cruza cuando existen porque por lo general hay un carro atravezado, y salvo policía de tránsito municipal oligarca –con megáfono y palabras educadas pero insultantes a la orden del día- que grita a mi versión: NO SE PAREN EN EL RAYADO COÑOOO... siempre están interrumpidas por despiadados conductores que o no recuerdan las páginas de su diario peatonal o simplemente nunca tuvieron la dicha perturbante de escribir la primera página….
Las lágrimas casi saltan a flote por la desgracia que en ese momento significa no tener vehículo propio (así sea una perlita ochentosa, pero coño algo que evite el cruce de la pasarela todos los días)
Jaja, ya apareció un grupito con mujeres entaconadas inclusive que deciden agarrar la pasarela y no lanzarse con euforia desmedida al tráfico, deja que pasen primero y listo se incorpora y cruza con ellas…
El deseo de darles las gracias se confunde con la premura de las piernas para lograr la rapidez de los pasos necesarios para no quedarse atrás y solo en la pasarela…. Cruzada equiparable al sentir de los cristianos de hace unos cuantos siglos atrás pero listo ya se ha llegado a la meta… ahora sólo queda el resto del trayecto en el cual es imprescindible estar alerta entre otras cosas de la lonchera, el abrigo, el maletín, la cartera, el dispositivo electrónico para llenarse la cabeza de sonidos desmesurados o bien acoplados y no pensar mucho en lo que esta viviendo….
Todo y tanto esfuerzo para en medio de papeles e interminables horas frente a un computador descansar de la calle para retomarla unas 8 horas después … lo cual forma parte de una historia casi tan compleja como la vivida antes de la entrega al corte de la libertad a cambio de monedas….

No hay comentarios:

Publicar un comentario